
SOLUCIONES

Modelos de Cultura Corporativa
¿Qué es la Cultura Corporativa?
Es la forma particular en que cada organización está acostumbrada a hacer las cosas, más allá de los elementos clave de la cultura (historia, destino, filosofía, credo, creencias). Por hacer las cosas no nos referimos únicamente a los comportamientos humanos (creatividad, pasión, liderazgo, comunicación, calidez), si no también a las formas de trabajo que la organización tiene: estructura, objetivos, procesos, políticas, herramientas).
El modelo de cultura corporativa es un documento que contiene los aspectos clave de la cultura desglosados, con la finalidad de poderle transmitir a los colaboradores de manera clara: “la forma en la que hacemos las cosas en esta organización”.
Metodología
Definimos con el cliente cada elemento de cada categoría, cuidando que las definiciones sean viables, reales, alcanzables y apegadas a la realidad operativa del cliente. Una vez definido cada elemento dentro de las 7 categorías, analizamos las políticas de la organización, señalando aquellas que sean incongruentes en parte o en totalidad con la nueva cultura.
El modelo está clasificado en 7 grandes categorías:
Producto: Definimos que hace la organización en menos de 10 palabras, esto nos sirve para aprender a comunicar que hacemos de manera concreta.
Historia: Redactamos la historia de la organización. Esto nos sirve para comunicar nuestra trayectoria de manera corta y concisa.
Enfoque: Definimos en un párrafo "con que enfoque y cómo hacemos las cosas"
¿DE QUE SIRVE?
Contar con un modelo de cultura definida sirve para dar pauta a la construcción de:
– Procesos de reclutamiento profesionales.
– Mejorar la inducción.
– Construir modelos de liderazgo y comportamiento.
– Enriquecer la evaluación de desempeño.
– Diseñar programas de reconocimiento.
– Construcción de políticas y procesos con normatividad interna con congruencia.
– Cohesionar a los colaboradores y el clima laboral.
– Darle sentido de vida y pertenencia a la organización y a los colaboradores.
– Definir el estilo de comunicación y retroalimentación.
– Dar claridad a los colaboradores sobre “como hacemos las cosas”.
– Dar claridad a la organización sobre su propósito, trayectoria, destino y legado.
